Lugares de Interés

Lugares de Interés
IGLESIA DE SANTIAGO APÓSTOL

Una modesta planta cuadrada con un pequeño abside acoge a esta sencilla iglesia. Está dedicada a Santiago Matamoros, culto extendido por la Orden Militar de Caballeros de Santiago allí donde ponían asiento. Está remozada, sobre todo la fachada con muy buen gusto.

Realizada en una sola nave de cinco tramos. El tejado es de teja estilo árabe a dos aguas sobre arcos apuntados de ladrillo. Ha sido reconstruida prácticamente en su totalidad, quedando de los elementos primitivos los contrafuertes y el ábside en forma poligonal.

Se accede mediante sencilla escalera y portada con arco de punto, todo ello coronado por una sencilla espadaña con tres huecos de campanas, encontrándose campanas en las dos inferiores y libre la superior

Toda la fachada se ha recubierto con piedras dando un aspecto rústico al conjunto y poniendo una nota singular entre los edificios de la plaza.

Quizás sea el costado y traseras de la iglesia donde encontremos las partes mas antiguas de la construcción.

El interior presenta unos arcos ojivales de ladrillo muy apuntados, lo que da cierta esbelted al edificio dotándole de una ambientación medieval.

El abside está decorado con un modesto retablo, en el que la figura central representa a Santiago, montado en su caballo en plena batalla contra moros. En los laterales encontramos pequeñas capillas dedicadas a Santa Bárbara y San José.

Un bello Cristo negro de madera corona la obra. Está flanqueado por dos pequeñas esculturas de San Marcos y Santa Ana.

La pila bautismal parece bien antigua, de piedra de granito y diseño sobrio, presenta como única decoración tres vieiras (conchas) esculpidas con buen esmero. También llama la atención la oquedad, que a modo de aliviadero, presenta en la parte superior.

Destaca sobremanera una escultura de la Virgen del Rosario. Es imponente por su fuerte expresión que por momentos es muy realista. Su vestimenta es a la par sencilla y elegante, discreta y llena de pequeños detalles que la engrandecen.

Merece la pena pararse también con sendas tallas de Santiago Peregrino y el Niño Jesús, de piel oscura, sujetando una esfera con su mano.

Pero la pieza más singular es la imagen de Santa Ana, pequeña figura de origen románico, siglo XII o XII. Está repintada y reconstruida parcialmente en la parte del Niño. Es una virgen sedente, de menos de 40cm. de altura. Está vestida con una bella túnica roja con abundantes adornos.

La forma en que sostiene el niño es muy singular, acurrucándolo sobre su pecho, parece que está amamantándolo.